¿Tuvimos un hijo

Capítulo 51



Capítulo 51

Capítulo 51

Anastasia habia terminado de dibujar un borrador de un discño en su oficina, y sus manos estaban un p oco adoloridas. Justo cuando estaba masajcando sus hombros, la puerta de su oficina se abrió antes de que la figura de Miguel apareciera de la nada.

—¿Por qué estás aquí, Miguel? – Anastasia aun así estaba feliz de verlo.

– Tengo un regalo para ti. – Después de que Miguel termino de Hablar, cerró la puerta de la oficina antes de poner las flores y la caja de regalo en su escritorio. – Mira! ¿Adivina que es?

Anastasia miró los grandes caracteres de la Residencia de las nubes 1 impreso en la caja. Después de asustarse por unos segundos, ella recordó que este cra el nombre de una de las mejores inmobiliarias d el centro de la ciudad.

Anastasia empujó la caja hacia él. – Miguel, no me atrevo a aceptar este regalo. Es demasiado caro.

– No es caro, es sólo una unidad de más de 200 metros cuadrados. Inicialmente queria comprar un doble en el último piso, pero crei que seria demasiado grande y vacio ya que sólo serían dos los que vivirán ah i. Por lo tanto, tuve que escoger una unidad más pequeña – dijo Miguel, pensado que pudo haberle dado una unidad mejor.

Anastasia estaba sin palabras. «Seguro, iaquellos con dinero pueden hacer lo que quiera! Incluso puede n elegir unidades de una inmobiliaria de clase alta. Para una empleada de oficina como yo, ni siquiera p uedo permitirme el baño en esa unidad incluso con mi salario de un año.

––– Miguel, somos amigos. No aceptaré ningún regalo de tu parte más que tu amistad – habló seriamente Anastasia.

–Salvaste mi vida; ¿no sabes cuánto vale mi vida –contestó Miguel de inmediato.

– Tu vida no tiene precio y no se puede medir con dinero. ––Anastasia sonrió y negó con la cabeza. – El salvarte también es una manera de acumular buen karma para mi vida.

–No, mi vida es tuya, y mis cosas también son tuyas. Tienes que aceptar esta casa – dijo Miguel tercamente.

Anastasia se quedó sin palabras de nuevo. –Me has ayudado a mí y a mi hijo mucho a lo largo de los años. Si vas a enviar regalos como estos otra vez, entonces no me atreveré a ser tu amiga en el futuro. Además, mi papá ya me ha comprado un apartamento, y puedo mudarme el siguiente mcs

––Que no será tan cómodo como Residencia en las nubes 1 –dijo Miguel, ansioso.

–– Realmente no necesito esta casa. De todos modos, tengo una junta pronto, asi que ipor favor vete! – Después de que Anastasia termino de hablar, recogió su cuaderno y salió.

Miguel de inmediato penso en otra manera mientras mordia sus finos labios. Tomó la caja de regalo y fu e a la oficina del presidente donde Elias estaba lidiando con algunos trabajos en sus manos en ese mo mento. Al ver a la persona sin invitación, regreso a mirar surabajo.

–¡Hazme un favor, Elías!

– Continua.

– Bueno, compré una casa en Residencia en las nubes l para Anastasia. ¿Puedes dársela en el nombre d e la compañía? Por ejemplo, di que este es un bono de fin de año para ella.

Las manos de Elías que estaban firmando documentos se detuvieron. Luego, dijo cortante. –No.

–¿Por qué? Quiera dárselo ahora, pero lo rechazo. iNo sé qué más hacer! – Miguel se recargó en el escritorio y habló desesperado.

.–Si no lo acepta, significa que no está interesada en ti. —Se burló Elias. El también le había

ofrecido una casa en esa propiedad y fue rechazado por Anastasia.

–iNo es eso! iLe gustó mucho a Anastasia! Tengo mucha confianza en eso. –Se dijo así mismo Miguel.

Elías frunció el ceño y dijo en forma de burla. – No estés tan confiado.

– No te burles de mí, Elías! Definitivamente me voy a casar con Anastasia. No importa sin son tres, cinco, Miguel parecía como si estuviera determinado en hacer a esa mujer su esposa.

–¿Entonces sabes quién es el padre de su hijo? – preguntó Elías friamente de la nada:


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