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Capítulo 39
Capítulo 39
Nerea realmente quería hablar sobre su sueño de convertirse en una gran química, pero al ver cómo cambiaba la expresión en los rostros de las chicas frente a ella, se retractó.
Una tras otra, la miraban con furia, como si quisieran destrozarla.
Ella no estaba metida en el mundo de los fanáticos de los artistas, así que no tenía idea de que sus palabras habian pisado fuerte en terrenos peligrosos para esas seguidoras apasionadas. Aun así, sintió el peligro, se detuvo un momento y luego salió corriendo.
Para su sorpresa, las chicas la persiguieron, llenas de furia.
-¡Detente!
-¡No corras, dime a quién estás apoyando!
—¡Nuestra Nere aún no ha debutado y ya la estás maldiciendo, eso es demasiado malvado! ¡Detente, voy a exponer a esta detractora!
¿Qué?
Nerea se asustó con su feroz persecución y corrió con todas sus fuerzas hasta llegar a una desolada playa dorada, donde finalmente las perdió de vista.
¡Los fanáticos de hoy en día son demasiado temibles, quieren acabar hasta con sus propios ídolos!
Después de recobrar el aliento por un buen rato, se preparaba para volver cuando escuchó débilmente… ¿un llanto infantil?
La noche caia, y las estrellas salpicaban el cielo oscuro, reflejando destellos dorados sobre la arena.
Nerea miró a su alrededor y vio una pequeña y tierna figura sobre una gran roca cerca del mar.
Al acercarse, descubrió que era un niño de unos cuatro o cinco años.
El pequeño llevaba zapatillas de marca, una camiseta ancha con letras y pantalones de trabajo que ajustaban en los tobillos, y sobre su cabeza, una gorra de béisbol blanca. Desde atrás, se veía ado ¿Qué hacia un niño solo llorando en la playa a estas horas? ¿Se habría perdido?
-Pequeño, ¿te has perdido?
Se acercó a saludarlo, y el niño giró su rostro hacia ella.
Al ver su carita bajo la gorra, Nerea quedó deslumbrada.
¡Era tan guapo y adorable!
Su rostro tierno y adorable, con las cejas delicadamente fruncidas, labios finos y rosados como pétalo de rosa, pestañas densas como finas plumas de ave, y sus grandes ojos azules parpadeando, lo hacía parecer
ecer una figura de acción salida de una vitrina, ¡capaz de derretir el corazón de cualquiera!
Esta era la enésima vez que Neo era abordado en el dia, y aunque inicialmente no quería prestarle atención, su voz le pareció agradable y giró su rostro.
Sin esperarlo, esa chica también era muy bonita, tanto que casi se queda mirándola fijamente, aunque lamentablemente, por más bonita que fuera, le parecía muy entrometida.
Con un resoplido, se dio la vuelta.
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Nerea se divirtió con su actitud altiva y se sentó a su lado.
-¡No puedes sentarte aquí!
-Lo haré de todas formas, ¿qué vas a hacer, pegarme?
-Tu….
Neo la miró con sus grandes ojos redondos llenos de enojo. Había usado esa frase para rechazar a mucha gente ese día, y aunque los demás lo insultaban por ingratitud, ella… era aún más infantil un niño, jabsurdamente infantil!
-Qué tierno…
que
Su enojo era tan adorable que Nerea no pudo resistirse a tocarle la cabeza. Neo se sonrojó desde la cara hasta el cuello y tartamudeó, -¿Quién, quién es tierno? Soy súper feroz, ¿ok?
¿Cómo es que una chica tan bonita podia simplemente tocar la cabeza de un niño asi?
Mirando la rapidez con la que se sonrojaba y sus rasgos finamente definidos, Nerea sintió por un momento una sensación de familiaridad, ¿por qué le parecia conocido?
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