Capítulo 732
Capítulo 732
Natalie sonrió, -Ya puedes dimitir.
Jade la miró con sorna, -Natalie, la que se quede definitivamente seré yo.
-Entonces veremos
Cuando Jade se marchó, Lara dijo con curiosidad: -Diseñadora Silva, ¿tienes problemas con esta compañera?
—Sí, pero no te preocupes, vuelve al trabajo.
A la hora de comer, Lara tomó la iniciativa de saludar a algunos compañeros que conocía, y después de comer juntos, por fin se enteró de los problemas entre Natalie y Jade.
Pero lo que más le sorprendió fue que Jade era la protagonista del vídeo en directo, ayer se quedó dormida temprano y no le dio importancia cuando vio que se discutía en el grupo de clase por la mañana
Tenía que
admirar a Jade por ser tan descarada, seguía trabajando aquí después de lo que le había pasado. Si fuera ella, probablemente encontraría una grieta en el suelo.
Por otro lado, en el despacho de Bertín.
Jade le miró fríamente, con burla en los ojos, -Bertín, no me culpes por no recordártelo, Natalie no es alguien a quien puedas ofender, ¡será mejor que te mantengas alejada de ella!
Bertín miró al documento y dijo fríamente: -Diseñadora Martín, por favor, sal de mi
despacho.
-No olvides que en aquel año sin mí…
–
Bertín interrumpió fríamente antes de que pudiera terminar la frase: Deja de decir eso. Sé que ayúdate a mi madre, pero te he devuelto con intereses el dinero que me diste. No dije nada cuando echaste a todas las mujeres que me rodeaban, pero ¿te estás pasando ahora?
-¿Me estoy pasando? Sin el dinero, tu madre habría muerto hace tiempo. Es cierto que me devolviste el dinero, ¡pero me debes un favor, y aún no me lo has devuelto!
Por fin Bertín perdió la paciencia, golpeó el documento contra la mesa y miró fríamente a Jade.
-Bueno, Dime, ¿cómo quieres que te lo devuelva? Te doy una oportunidad de poner una condición, ¡y no nos debemos nad
a partir de ahora!
Las venas de su frente saltaron mucho, sus ojos estaban llenos de ira, sin ningún amor.
Jade se rio: -¿Estás seguro?
-Sí.
-Bien, entonces cásate conmigo.
-¡De ninguna manera!
Bertín se negó sin pensarlo, no le devolvería el favor con toda su vida.
Jade sonrió, -Aún no he terminado, cásate conmigo y después de cinco años, nos
divorciaremos y entonces no te molestaré.
Cambiar cinco años por el resto de su vida sería una gran tentación para Bertín.
Pero pronto se calmó.
-No acepto. No soporto verte todos los días en la oficina, y si te veo cuándo llegue a casa, me temo que voy a vomitar.
Las frías palabras de Bertín fueron como cuchillos en el corazón de Jade.
Si hubiera sido antes, ella habría huido con tristeza.
Pero ahora se rio despectivamente.
-Bertín, como no estás de acuerdo, tendrás que sufrir mi tortura. No olvides que aún tengo la vida de tu madre, y si no estoy contenta, puedo dejarla morir en cualquier momento.
Bertín se fijaba en ella, con odio en los ojos.
-Jade, nunca he visto una mujer tan viciosa y repugnante como tú, mereces que nadie te ame, ja nadie le gustará una mujer tan asquerosa como tú!
Cuanto más maldecía, más profunda era la sonrisa de Jade.
-Sigue insultándome, pase lo que pase, no te dejaré en paz, ja menos que yo muera, o tú mueras! 1
En el pasado, aunque a Bertín le disgustaba, Jade pensaba que algún día se enamoraría de ella, pero ayer le pasó por algo así, y no sólo no la consoló, sino que le dijo con indiferencia que lo que le había pasado no tenía nada que ver con él.
A partir de ese momento, Jade supo que nunca podría conseguir su amor en su vida.
Así que… No estaba mal que la odiaba..