¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo

Capítulo 975

¡Qué suerte ser cuidados de tal manera por sus hijos!

Los labios de los tres pequeños se movieron, Lain dijo,

“Mamá siempre ha dicho que todo amor en este mundo es recíproco, tú nos amas y nosotros naturalmente también te amamos.”

Ledo dijo: “A las personas que le gustan a mi mamá, también me gustan a mí. A las personas que mi mamá protege, yo también las protegeré. ¡Y más aún si eres el papá de Ledo, si alguien se atreve a molestarte, definitivamente tendré que defenderte!”

Miro dijo: “Mamá ha dicho que una verdadera familia comparte tanto las alegrías como las tristezas. Si alguien en casa no está feliz, entonces toda nuestra familia no podrá estarlo. Todo lo que hacemos por papá, lo hacemos por él, pero también por nuestra

familia.“.

Aspen tragó saliva, emocionado.

Abrazó a los tres niños, sintiendo cómo su corazón herido se calentaba.

Después de un buen rato, soltó a los tres pequeños,

“Que las cenizas de su abuela hayan sido puestas en ese lugar, seguramente hizo que papá estuviera tanto enojado como triste, pero ahora papá ya está bien.

Papá es un adulto, no va a estar triste para siempre. Hemos encontrado las cenizas de la abuela, y Paulo ha sido castigado, eso es algo bueno.

Así que no tienen que preocuparse más por papá, este asunto ha terminado, pueden dormir tranquilos.”

Los oscuros ojos de Ledo giraron, dudando,

“¿De verdad ya no estás triste?”

Aspen le revolvió el cabello a Ledo, “¿Acaso parezco todavía estar triste?”

Ledo murmuró,

“Mejor que no estés triste, y si lo estás, puedes llorar, no nos vamos a burlar de ti, mamá dijo que llorar frente a tus seres queridos no es vergonzoso.”

Aspen sonrió, “Entonces, si vuelvo a estar triste, iré a llorar contigo.”

“¡Pf, pf, pf! No seas gafe, ¿acaso no puedes desear estar siempre feliz?”

La sonrisa en el rostro de Aspen se intensificó,

“Papá se ha dado cuenta de que a Ledo ahora le agrado mucho, ¿eso significa que ya tengo cien puntos?”

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La pequeña boca de Ledo se movió,

“No te pongas orgulloso tan rápido, la puntuación puede subir pero también bajar, y

además, me gustas porque a mamá le gustas. Si algún día mamá ya no te quiere, seguro que yo tampoco!”

Aspen le pellizcó cariñosamente la carita a Ledo,

“Eres un pequeño agorero, ¿cómo podría mamá no quererme? Si se atreve a no hacerlo, yo…”

Ledo frunció el ceño, “¿Harías qué?”

Aspen abrió la boca para decir, “Lloraría, me tiraría al suelo abrazando sus piernas hasta que se ablandara.”

Ledo le dio su aprobación, “…Eso sí que es tener ambición, veo futuro en ti.”

Aspen rio, este chico seguramente sería un loco del amor cuando creciera.

Después de charlar un rato en la planta baja y ver que los tres pequeños estaban más relajados, Aspen los mandó a dormir.

Llamó por teléfono para organizar que alguien siguiera e investigara a Lidia, y también a su supuesto hijo ilegítimo.

Después de colgar, subió a su habitación.

Carol no estaba en el dormitorio, después de asearse había ido a ver a Tesoro, y ahora estaba en la habitación de Luca.

Aspen abrió la puerta y entró, justo cuando Carol acababa de arropar a Luca y ajustar las esquinas de la cobija.

Se sentó al borde de la cama, mirando fijamente a Luca.

Aspen se acercó, inclinándose para pellizcar la mejilla de Luca.

Carol le dio un leve golpe en la mano, susurrando: “No despiertes al niño.”

La sonrisa guapa de Aspen se hizo más amplia, “Luca se está poniendo cada vez más guapo.”

Carol suspiró,

“Hoy Tania me llamó, dijo que se encontró con alguien allí que se parece muchísimo a Luca, casi llega a dudar si esa era la madre biológica de Luca, pero esa mujer parecía muy… ay, Tania dijo que era difícil de describir,