Capítulo 2
Capítulo 2
Capitulo 2
Después de terminar todas las actividades, Cira se despidié de todos los clientes y los acomparié hasta sus autos. Finalmente, ya no podia aguantar mas. Se apoyé en un poste de luz en la calle, sintiendo como todo su cuerpo sudaba frio, sin saber exactamente qué organo le provocaba esos dolores punzantes.
El color de su lapiz labial se habia corrido, dejando sus labios palidos.
El chofer de Morgan se dio cuenta de su estado anormal y, al conocer a la relacion entre los dos, le dijo preocupado: —Sefiorita Cira, gcreo que necesitas subir al auto primero?
Cira asintio ligeramente y se dirigié a la fila trasera. Dos minutos después, la puerta se abrié de nuevo. Eran Morgan y la chica, parados juntos al vehiculo. Parecia que querian subir al auto, pero no esperaban encontrarse con Cira.
Morgan frunci6 el cefio, culpandola por ocupar un lugar. La chica abrio la puerta del asiento del copiloto de inmediato y dijo en voz baja:
—Sefior Vega, me sentaré en el asiento del copiloto.
Morgan cerré la puerta de golpe y orden6 al chofer:
—Primero lleva a Keyla Molina a casa.
Cira cerré los ojos, sintiéndose débil y agotada. Beber alcohol tan poco tiempo después de un aborto le afecté mucho...
El auto llegé a un antiguo complejo residencial. Cira estaba medio adormilada cuando Morgan de repente empujo su mano bruscamente. Dijo:
—El callejon esta muy oscuro y no es seguro. Acompafia a Keyla hasta la puerta de su casa.
Keyla tenia un par de ojos grandes y claros. Incluso bajo la tenue luz en el coche, un destello brillaba en sus pupilas. Rechazo con cortesia:
—No hace falta, sefior. Cira ya esta muy cansada, puedo subir yo sola. Paso por este callején todos los dias, es una corta distancia.
Dicho esto, abrié la puerta y salid. A través de la ventana, se despidid de Morgan con una sonrisa dulce, diciendo:
—Sefior Vega, gracias. Recuerde llevar a Cira de vuelta a casa. Buenas noches.
El cefio fruncido de Morgan se relajé un poco, y respondio asintiendo con la cabeza:
—De acuerdo. Buenas noches.
Cira solo guard6 silencio.
El chofer tampoco la llevé a su casa. Como un subordinado confiable de Morgan, entendio lo que Morgan queria decir con solo una mirada. Condujo directamente hacia la zona residencial Costa Bella, donde Morgan vivia.
Los dos entraron juntos por la puerta. Antes de que pudiera encender la luz, Cira fue presionada contra la puerta por el pecho del hombre. El encontré sus labios suaves en la oscuridad y una mano se deslizé debajo de su falda.
Cira se asustd un poco y agarré su mano de inmediato. Explicd girando la cabeza hacia otro lado:
—Espera... Hoy estoy en mi periodo.
Morgan mostro una expresion de odio y frustracion. Dijo friamente:
—Toma un taxi y vete.
Al termin6 las palabras, se dirigié al comedor.
Cira encendio la luz y vio como sacaba una botella de agua de la nevera. Levants la barbilla y bebié, mostrando la atractiva manzana de Adan de un hombre completamente maduro.
Morgan era el Unico heredero de la famosa familia Vega en la ciudad de Las Costas. Tenia una apariencia perfectamente destacada, pero ahora habia una parte evidente en sus pantalones, que no concordaba con su imagen impecable.
En realidad, solo en momentos de necesidad fisica, él la llevaria a la villa en Costa Bella. Era un acuerdo tacito desde que él la “rescaté” de ahi hace tres afios.
Cira no se fue directamente, sino que se acercé a él mientras decia:
—Si tienes una necesidad tan urgente, gpor qué no llevaste a Keyla aqui? Tienes interés por ella, no es asi?
Morgan no Io nego y mostré una leve sonrisa. Pregunto:
—gTe diste cuenta de eso?
Era algo tan obvio... También pregunto:
— Donde la conociste? ,Y quién es ella?
Al mencionar a Keyla, incluso el tono de Morgan se suaviz6, diciendo:
—La encontré en la Universidad de Las Costas hace dos dias. Es una estudiante de arte que no sabe mucho. Le di un puesto como mi asistente.
Cira no pudo evitar soltar una risa fria. Hace dos dias... Cuando ella estaba en el hospital por el aborto, él encontré a una joven amante que todavia era estudiante universitaria...
Ella extendio un dedo, deslizandolo desde su hombro, su pecho y luego el abdomen, mientras mostraba una mirada ambigua. Dijo:
—Qué bien, una estudiante universitaria limpia y sencilla. —Prefiero que mantenga en su estado natural —respondié Morgan, mientras su pulgar acariciaba los labios de Cira, continud hablando con su voz ronca —. Ademas, no todos podran adquirir las habilidades que tu tienes después de la “ensefianza y practica”. Si estas en tu periodo, coopérame con otro lugar...
Es facil de ensefiar, gverdad?