Capítulo 48
Capítulo 48
Evrie regreso a su casa y paso la noche en vela. Por mas que lo intentaba, no lograba encontrar una buena solucién hasta que amanecid.
Al otro dia, para ir a trabajar, no se atrevia a salir primero. Se quedo mirando a través de la mirilla de la puerta, esperando un largo rato hasta que vio a Farel alejarse. Solo entonces, salié despacito de su casa.
Apenas llego a la oficina, recibi un mensaje de Leandro. El tenia un viaje de trabajo y no estaria en Alnorter por algunos dias, por lo que no podria acompafiarla. Le pidié que siguiera el proyecto con un compafiero.
Evrie tuvo un dia ajetreado en el hospital.
La compafiera con la que trabajaba era una ingeniera con cinco afios de experiencia en construccidn. Todos la llamaban Linda, era la disefiadora mas influyente del departamento después de Leandro Reyes, pero también era la de peor caracter.
Linda nunca habia tenido buena opinion sobre Evrie y esta vez no desaprovecho la oportunidad para mandonearla. —Evrie, lleva esa caja de instrumentos de medicién arriba, la necesitaré en un momento —le dijo Linda.
Los instrumentos estaban en una caja de metal en el suelo. Eran pesados por la variedad de modelos y normalmente los obreros eran quienes los movian.
—Esta bien —le respondié Evrie.
Vio a Linda alejarse con desdén y se acerco con dificultad a la caja, pero era tan pesada que tuvo que arrastrarla en vez de cargarla.
Cuando lleg6 al ascensor, vio que Linda habia presionado el bot6n para cerrar las puertas y, a través de la estrecha abertura, le hizo un gesto burlén con la mano.
—Ay, casi se me olvida, el Sr. Reyes me pidid que te ensefiara bien. Asi que mejor sube por las escaleras cargando la caja, te vendra bien para fortalecerte.copy right hot novel pub
Ya sabes, quien no se arriesga, no gana, verdad? —le dijo con sorna.
Antes de que Evrie pudiera contestarle, las puertas del ascensor se cerraron.
Se quedo parada, sintiéndose aturdida.
Aunque no era muy perspicaz, estaba claro para Evrie que Linda no la queria, incluso podria decirse que la detestaba.
Pero a ella no le importaba, ella no vivia para agradar a los demas. Las pequefias mezquindades no eran nada comparadas con los sufrimientos de su infancia.
Sin embargo, Evrie no era tonta y sabia como manejarse. Subir diez pisos por la escalera con una caja tan pesada la dejaria exhausta.
Arrastr6 la caja hasta el montacargas, puls6 el botén para la novena planta y, una vez alli, se llevé la caja al pasillo y se sento en los escalones para descansar.
Habia descubierto ese pasillo el primer dia que inspeccion6 el lugar y ahora le servia para tomar un atajo. Cuando calculé que habia pasado suficiente tiempo, se levanto y con esfuerzo carg6 los instrumentos hasta el siguiente piso.
La caja era tan pesada que tuvo que llevar el contenido en dos viajes. Cuando finalmente llego sin aliento al piso deseado, se encontré con la mirada triunfante de Linda.
—Qué lenta eres, parece que no tienes fuerza. Tendras que esforzarte mas si quieres tener una oportunidad en este rubro —le dijo Linda con desdén.
Evrie asintio con una expresion docil.
—Tienes razon, Linda. Viendo lo exitosa que eres ahora, seguramente pasaste por muchas dificultades asi como yo -le contest.
Linda parecié sorprendida por un momento, pero luego giré la cabeza con arrogancia.
—Por supuesto, he tenido mis momentos dificiles. Lo que tu estas pasando no es nada comparado con lo que yo pasé —le dijo con aires de superioridad.
Evrie sonrié sin decir nada mas.
La mafiana paso rapidamente y, aunque Linda la molestaba a propdsito con tareas de medicion, uso de cuerdas y traslado de cemento, Evrie no se quejaba y lo hacia todo con soltura.
Los obreros la miraban impresionados y uno le comenté: —Muchacha, tienes mucha fuerza y eres muy eficiente, no es comun ver a alguien como tu por aqui.
Evrie solo sonrié y continuo su trabajo, recordando que cuando era pequefia habia construido muros bajo el sol ardiente y llevado agua del rio helado en invierno. En los momentos mas duros no tenia ni para comer, y el hambre solo se la podia calmar con agua.
En comparacién con esos dias, esto no era nada.
Llego la hora del almuerzo y los obreros dejaron sus tareas para comer.
Finalmente, Linda la dejé en paz y se fue a almorzar. Ella era muy selectiva con la comida y despreciaba las comidas de la cafeteria del hospital.
Evrie fue sola al comedor y, aprovechando que no habia mucha gente, empaco algunos bollos y volvié al pasillo del montacargas para comer sentada en los escalones.
Evitaba la cafeteria para no encontrarse con Farel, aquel tipo desagradable.
Después de lo que paso anoche, su imagen de él se derrumb6 por completo. Aunque parecia sereno y distante, culto y abstinente, en realidad era un loco.
Era capaz de enloquecer en cualquier momento.
Ahora, si podia evitarlo, lo hacia, mejor si no lo veia nunca mas. Mientras pensaba en esto, se escuché un ruido desde el pasillo. — Dr. Farel, otra vez en el pasillo fumando? —
Evrie se qued6 paralizada.
Rayos, 4él venia hacia aqui?