Niña en sus ojos Reina en su tierra

Chapter 58



Capítulo 58

La imagen holográfica del gato parecia realmente sentir su caricia. Su cuerpo peludo y redondo se retorció, sus grandes ojos se estrecharon hasta convertirse en una rendija y empezó a adularla aún más: “Mi reina, usted es la mujer más hermosa del mundo, ninguna otra puede compararse con su belleza radiante. Todos se enamoran de usted a primera vista, las flores florecen con su presencia, y cualquier hombre que la ven, caerá rendido a sus ples. Ah, mi querida reina…..”

El gato gordito entrecerró los ojos y movió su trasero redondeado, agitando su cola peluda como si fuera un perro.

Siguiendo a Jazmín estaba Jaime, quien al ver esto, hizo una mueca de desdén y bufó hacia el gato: “Lamebotas, nunca te he visto tan servil conmigo. Pero cuando se trata de adular a tu dueña, ahi si que te luce.”

“¡Yo soy un tierno gatito, no un lamebotas!” El gato hizo una voltereta en el aire, mostrando su panza blanca y se puso a lamerse las patas con pereza.

Ese gato era solo una imagen holográfica.

Pero el holograma era tan perfecto que casi no se notaba la diferencia con la realidad.

La única diferencia era que, al tocarlo, la sensación no era la misma que la de un gato de verdad.

Cada vez que Jaime veia a este gato, pensaba que Jazmin era bastante peculiar.

A Jazmin le encantaban los gatos, y mucho.

Pero le disgustaba que los gatos soltaran pelo y que el olor de sus excrementos fuera desagradable, así que creó una imagen holográfica de un gato para satisfacer su antojo.

Este gato se llamaba “Varys“, y en su configuración holográfica era un gato castrado.

Jazmin era su dueña número uno.

Jaime era el dueño número dos.

El gato normalmente se quedaba con Jaime, “viviendo” alli, y según su edad real, ya tenía tres años.

Cuando Jazmín no estaba, el gato le hacía compañía todos los días.

Al principio, Jaime no tomaba en serio esta proyección sin vida.

Pero con el tiempo…

Incluso él empezó a encariñarse con el gato.

El gato creado por Jazmin era realmente inteligente, y aparte de no ser real y no poder acariciarlo, era muchas veces mejor que un gato de verdad.

Jazmín tenía su propia habitación en la casa de Jaime, ubicada en el segundo piso..

que ella no estaba a menudo, su habitación se limpiaba todos los dias.

Con su mochila al hombro, se dirigía hacia el segu

piso.

Hacia calor ese día y había tenido una pelea antes de llegar, asi que estaba sudada y necesitaba ducharse.

“Mimin, ¿ya comiste?” Jaime se puso una bata de baño negra, atándose la faja de manera holgada, mostrando su pecho firme y atractivo.

Al ver a Jazmin dirigirse directamente hacia el piso de arriba, pensó en algunas de sus malas costumbres y frunció ligeramente el ceño.

La voz perezosa de la chica flotó hasta sus oldos: “No he comido.”

Jaime frunció más el ceño.

Lo sabía.

La muchachita estaba tan delgada, seguramente no habla estado comiendo bien.

Sin él vigilándola, ¿acaso no sabía cómo cuidarse por si misma?

Cuando vivieron juntos, con mucho esfuerzo, habia logrado que engordara un poco.

Y ahora, había vuelto a adelgazar.

Todo ese cuidado durante un mes había sido en vano.

“¿Qué quieres comer? Voy a prepararte algo.” Jaime masajeó su frente y suspiró con resignación.

Él era quien la habia malacostumbrado.

Aparte de seguir haciéndolo, ¿qué más podía hacer?

Después de todo, cuidar de la alimentación y el bienestar de Jazmin como si fuera su sirviente, no era nada nuevo para él.


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