Capítulo 331
Capítulo 331
Después de una serie de exámenes de temperatura y pulso, la poco confiable doctora Tracy sugirió beber más agua y usar agua tibia para limpiar el cuerpo y asi bajar la fiebre.
Diferencias de género aparte, obviamente el mayordomo Gabriel no podia encargarse de limpiar a Beatriz, y Javier tampoco haria algo tan intrusivo mientras ella dormia.
Por alguna razón, las empleadas que la familia Mangone habla contratado eran todas jóvenes y educadas, pero en los últimos dias, Javier habia despedido a algunas que intentaron aprovecharse de la situación, dejando solo a aquellas que realmente querían trabajar por un buen, salario sin intereses hacia el señor de la casa. Podian encargarse de ayudar a Beatriz.
Sin embargo, Javier estaba acostumbrado a ver a un montón de mujeres jóvenes llamando a Beatriz “esposa” en las redes sociales y no confiaba plenamente en ellas, asi que la doctora Tracy, una mujer de más de cincuenta años y casada, terminó siendo la opción más apropiada.
La doctora Tracy cuidó de Beatriz durante dos horas, pero estaba tan cansada que no supo en qué habitación dejarla descansar. Sin pensarlo mucho, tomó una camisa de Javier y la usó como vestido para Beatriz, dejándola en la habitación de Javier antes de irse.
Murmurando, la doctora Tracy se quejaba: “Maldito señor Mangone, me hace trabajar horas extras sin pagar”
Estos dias, Javier estaba de muy mal humor.
Despertarse en este lugar extraño, la gestión del grupo un desastre, la organización del personal aún peor, y encima con un médico inepto, no podía entender cómo una familia asi pudo acumular tanta riqueza.
Oh, según la investigación del mayordomo Gabriel, la familia Mangone había sido adinerada durante muchas generaciones, magnates ocultos en el país, y la situación actual era el resultado de las pérdidas en varios proyectos poco fiables.
Desde la muerte del padre del dueño original, la fortuna del grupo había ido en declive año tras año.
Lo más importante era que su esposa parecia haber rejuvenecido varios años y ahora ni siquiera lo
reconocía.
Al regresar a su habitación, Javier encontró a Beatriz durmiendo sobre su almohada.
Habiendo vivido tantas altas y bajas en el mundo del espectáculo, y participado en tantas peliculas, Beatriz seguía siendo una joven de diecinueve años, que debería estar cursando su segundo año de universidad. Sin embargo, fue expulsada de la escuela el año pasado por faltar demasiado debido a las grabaciones, su padre falleció por una enfermedad grave, y con su carrera en declive debido a conflictos con su agencia, se encontraba sin esperanza alguna.
La vida había golpeado duro a Beatriz, dejándola delgada, con la piel pálida recuperándose, pero todavía con mejillas redondas que la hacían ver más joven de lo que era, vulnerable y frágil,
Javier no tenia ningún pensamiento inapropiado hacia esta joven de apariencia infantil.
Con un humor no muy elevado, se acostó al lado de Beatriz y cerró los ojos.
Al despertar, Beatriz se sintió algo desconcertada.
Hacia mucho que no soñaba con el pasado, los recuerdos del mundo real que había evitado durante tanto tiempo.
Especialmente el año en que su padre falleció y tuvo conflictos con su compañía.
Expulsada de la escuela, ignorada por su agencia, traicionada por su agente… fue un período durante el cual casi no logró sobrevivir.
Honestamente, ese fue el año más doloroso en la vida de Beatriz, pero una vez superado, las cosas. empezaron a mejorar.
Tal vez fue porque había estado grabando durante un tiempo y no había visto a Javier, en su sueño parecía que él era quien la llevaba a casa y la cuidaba en vez de su amigo. Normalmente, debería haber sido su amiga quien la llevó a casa y la sumergió en un baño frio, lo que hizo que Beatriz se resfriara gravemente, pero en su sueño fue Javier quien lo hizo.
Sin embargo, en su sueño no tenía los recuerdos futuros, atrapada en aquel momento y sin conocer a Javier.
Mientras Beatriz reflexionaba, Javier también abrió los ojos.