Despidiéndose de mi amor

Capítulo 30



Capítulo 0030

Julio había revisado detenidamente los informes médicos de Silvia y sabía que ella había sufrido de depresión grave. También había

investigado sobre la enfermedad y sabía que podía causar pérdida de memoria, ¡pero no había leído que alguien pudiera olvida

a otra

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persona! Después de todo, ¡se conocían desde hacía más de una década!

Al ver que Julio no decía nada en absoluto, Silvia lo miró y preguntó: - ¿No serás alguien que me haya lastimado en el pasado? ¿Cómo sino pudiera recordarte?

Estas palabras fueron como una espina clavada en Julio. Abrió ligeramente los labios, con una voz impregnada por completo de frialdad: -Señorita Orellana, estás pensando demasiado. No somos más que extraños que se cruzaron por casualidad en esta vida. 2

Julio entendió claramente la situación. Si Silvia quería fingir, entonces dejaría que lo hiciera. Después de todo, nunca había considerado que fueran pareja desde el principio.

Antes de irse, Julio hizo que alguien llevara a Silvia para firmar el contrato de cooperación.

De vuelta en su oficina, Julio comenzó a fumar incesantemente.

Cada vez que recordaba las frías palabras de Silvia: -¿No serás alguien que me haya lastimado en el pasado? ¿Cómo sino pudiera recordarte?

Sentía como si tuviera un fuerte nudo en el pecho, incómodo y sofocante.

Cuando Adrian entró en la oficina, el humo de los cigarrillos llenaba el

aire.

Desde que Silvia desapareció hacía cuatro años, el hábito de fumar de Julio se había vuelto descontrolado. ¿Cómo era posible que incluso ahora, después de que ella regresara, siguiera así?

-Dame una respuesta, no importa cómo lo hagas, ¡tengo que saber qué ha pasado con Silvia en estos últimos cuatro años! Julio miró fijamente a Adrian.

Adrian se quedó atónito: -Señor, ya había enviado gente a investigar con anterioridad, pero no se encontró ninguna información Sus datos en el extranjero siempre han estado estrictamente protegidos.

-¡Entonces usa otros recursos en el extranjero para investigarlo!

Las palabras de Julio dejaron a Adrian una vez más sorprendido.

¿Qué otros recursos? Adrian lo entendía claramente. Aparte de la lucha previa por el control de la familia Ferrer, Julio nunca había utilizado otros recursos. ¿Ahora, por Silvia?

Adrian no se atrevió a preguntarle la razón, solo pudo obedecer

inmediatamente las órdenes.

-Entendido. Voy a contactar a las personas de allí de inmediato.

Después de cuatro años, la mayoría de las personas en la sede central del grupo Ferrer no reconocían a Silvia, por lo que su visita para discutir la cooperación no atrajo mucha atención.

En el camino de regreso, Silvia le dijo al conductor que la llevara al

cementerio del oeste.

Antes de llegar, como de costumbre compró un bello ramo de margaritas blancas y las colocó sobre la tumba de su padre al llegar.

-Papá, he vuelto. Lo siento muchísimo por no haber venido a verte

antes.

Comparada con era antes, ahora estaba notablemente calmada. Parada sola frente a la lápida, le contó suavemente todo lo que había sucedido en esos años.

-Originalmente quería traer a Oscar y Juan de vuelta conmigo, paral que pudieras conocerlos. Pero temía que Julio y la gente de la familia Ferrer los encontraran y los separaran de mí, así que tuve que dejarlos en el extranjero... Sé que no me culparías por esto.

Silvia sabía mejor que nadie lo mucho que la familia Ferrer deseaba un nieto varón. No se atrevía a arriesgar por nada a Oscar y Juan.

Mientras hablaba, sonó su teléfono. Silvia lo recogió con rapidez y vio que era una llamada de Eduardo.

-Señorita Orellana, ha venido una persona.

-Entendido.

Silvia colgó el teléfono y se dio la vuelta, lista para irse. Justo en ese momento, al final del camino, vio una figura familiar.

David vestía un elegante traje italiano

a la medida, sosteniendo un gran

gram

ramo de margaritas su figura erguïda permanecía en la distancia, con la mirada fija en Silvia, sin

apartarla por mucho tiempo. The

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El color de los ojos de Silvia cambio

ligeramente, pero pronto volvió por o pronto! completo a la normalidad. Con

taeones altos, dio pasos directos

hacia David.

David se quedó paralizado en su

lugar, sintiendo que el ramo de margaritas en sus mane mangs de repente

pesaba toneladas. No pudo

recuperarse durante mucho tiempo,

sintiendo que todo lo que estaba

experimentando era como un

verdadero sueño. The content is on

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A diferencia de Julio, él ya había aceptado la realidad de la muerte de Silvia. Hoy y era el aniversario de la muerte de su padre,

y para expiar

Succinipa, estaba rindiendo homenaje a su padrerent.lugar de Silvia.

PeccaboralsSilvia resultó que en realidad nobabisiammoenoElla acebbabalde aparecer tan wva frente ale!!


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