Capítulo 124
Capítulo 124
*¡Apáguenla, apaguenla! ¿Quién está armando este lío con calumnias?“, Serena fue la primera en reaccionar, estaba pálida de ira, gritaba horrorizada, sus ojos chispeando de furia. “Ese sinvergüenza está tratando de incriminar a mi hijo. ¡Mesero, apaga esa pantalla grande! ¡Corta la electricidad!“.
Pero no importaba cuánto se enfureciera o gritara, el video simplemente no se apagaba. Incluso se seguía reproduciendo videos más desvergonzados y escandalosos. Genaro y Ruby en situaciones comprometedoras, siempre maquinando contra Nayra.
“¡Carajo! ¿Incesto, eso es obra de humanos?“, desde la multitud, surgieron voces enfurecidas.
Otro se expresó conmocionado: “No es solo incesto, jes una conspiración de proporciones épicas! ¿No escucharon a Genaro decir que, para quedarse con Ruby, se deshizo de Natalio? Madre mia, por una mujer mayor se cargó a su propio tio. ¡Qué nivel de depravación! Habiendo tantas mujeres en el mundo, ¿cómo terminó enamorado de su tía y además se atrevió a matar a su tío?“.
“¡Dios mío! Amantes criminales, quieren hasta acabar con la Srta. Fuentes, son unos monstruos, no son humanos“.
“Carajo, ¿cómo puede haber gente tan malvada? Por la dote de alguien, engañar su propia dignidad. Esto es de no tener corazón, la cima de la desfachatez“.
Genaro por su parte se quedó helado con lo que estaba pasando, su sangre corría fría. Miraba nervioso a Nayra, diciendo apresuradamente: “No, Nayra, esto no es real, déjame explicarte. Esto es mentira, alguien debe estar tendiéndome una trampa, yo te amo a ti y solo a ti. Créeme, estoy siendo incriminado“, estaba furioso y desesperado.
¡Carajo, qué demonios era todo eso! ¿Quién estaba tratando de hundirlo? ¿Por qué existían esos videos con Ruby?
Los gritos de indignación de los invitados le caían bien a Nayra. Pero su rostro mostraba shock, incredulidad, tristeza, era una mezcla de emociones… Finalmente, dejó caer lágrimas como perlas de sus ojos; su pecho subía y bajaba con fuerza, hasta que, incapaz de soportarlo más, le dio una fuerte bofetada a Genaro: “Genaro, qué clase de persona eres. Así que, para ti, ni siquiera merezco compararme con una viuda; te di todo y tú solo querías matarme por dinero. Matar a tu propio tio, meterte con tu tia, eres peor que un animal. ¡Eres un monstruo! ¿Cómo pude haberme enamorado de ti?“.
Ella siguió abofeteándolo: “Escoria, desde ahora, cortamos todo lazo. No vuelvas a aparecer frente a mí nunca más. Si no, te haré pagar esta humillación“.
Genaro, con el zumbido en los oídos por los golpes, no se atrevía a enfadarse, sino que agarró a Nayra: “Nayra, escúchame. Lo que se mostró en la pantalla es falso, alguien me está tendiendo una trampa para separarnos. Te amo tanto, ¿cómo podría hacer esto? Dame tiempo, voy a aclarar todo y probar mi inocencia“.
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Caphulo 124
Nayra lo empujó con asco: “Das asco”
Entre la multitud, Cipriano Peralta, siempre en desacuerdo con Genaro, soltó una carcajada: “Vaya, Genaro se metió en un llo grande. Pero, mira, tus excusas ya nadle las va a creer, ¿acaso no has visto la pantalla? Esa marca de nacimiento negra en tu trasero es Inconfundible. En la capital, ¿quién más la tiene sino tú?“.
Antonio estaba furioso, su cara un cuadro de ira contenido, señalando a Genaro con un dedo tembloroso: “¡Desgraciado, desgraciado! ¡Has matado a tu propio tio!“.
Y la pantalla no solo no se apagaba, sino que mostraba videos aún más perturbadores. Se veia a un joven Antonio entrando de noche al cuarto de su nuera. Y después de él, su hijo salía, mirando la puerta con una mezcla de resignación y vergüenza.
Antonio tardaba horas en salir. Al encontrarse, padre e hijo, el hombre mayor decía con resignación: “Lo hice tres veces, con suerte quedará embarazada“, y así, varias noches, él entraba al cuarto de su nuera, cada vez por varias horas.